Patricia May nace con enanismo. Durante su infancia y adolescencia se siente constantemente observada y rechazada. Es sometida a varias operaciones que buscan arreglar su cuerpo. Crece pensando que nunca tendrá una vida normal. Hasta que se olvida de lo que dicen los demás y se encuentra consigo misma: con su armonía, su potencia, su inteligencia y su hermosura. Hoy, convertida en una líder del desarrollo espiritual, critica el impacto de los estándares de belleza. Y asegura que cada día disfruta más de su cuerpo.