Carta de Mariquita Sánchez de Thompson (Lee Malena Solda)

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Mariquita Sánchez de Thompson es una de las personas que encendió la llama feminista en la Argentina. Un país que, como todos en la región, tiene muchos “padres” de la patria, pero ninguna madre. Fue política y defensora de la necesidad de educación para las mujeres. Aunque la historia la recuerda sólo como la mujer que prestó su casa para estrenar el Himno Nacional Argentino. Ella hizo de un tema privado algo público. Y se animó a decidir su destino.

Su familia quería casarla con un hombre adinerado y bastante mayor que ella. Pero Mariquita amaba a su primo Martín Thompson. Y eso significó un enfrentamiento con sus padres. Esta carta fue escrita al Virrey Rafael Sobremonte en 1804. “Me es preciso defender mis derechos”, dice al inicio. Le pide que interceda y le cuenta su estrategia. Este texto terminó siendo una declaración de principios: se pudo casar con su primo y consiguió un espacio en los asuntos políticos de su país.. Lee la actriz Malena Solda.

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Señor: Ya llegado el caso de haber apurado todos los medios de dulzura que el amor y la moderación me han sugerido por espacio de tres largos años para que mi madre, cuando no su aprobación, cuanto menos su consentimiento me concediese para la realización de mis honestos como justos deseos; pero todos han sido infructuosos, pues cada día está más inflexible.

Así me es preciso defender mis derechos: o Vuestra Excelencia mándeme llamar a su presencia, pero sin ser acompañada de la de mi madre, para dar mi última resolución, o siendo ésta la de casarme con mi primo, porque mi amor, mi salvación y mi reputación así lo desean y exigen (…).

Nuestra causa es demasiado justa, según comprendo, para que Vuestra Excelencia nos dispense justicia, protección y favor. No se atenderá a cuanto pueda yo decir en el acto del depósito, pues las lágrimas de madre quizás me hagan decir no sólo que no quiero salir, pero que ni quiero casarme.

(…) Por último, prevengo a Vuestra Excelencia que a ningún papel mío que no vaya por manos de mi primo dé Vuestra Excelencia asenso ni crédito, porque quién sabe lo que me pueden hacer que haga.

Por ser ésta mi voluntad, la firmo en Buenos Aires, a 10 de julio de 1804.
0:04:27
Editorial
Epistolar
Series
Epistolar
Año de publicación
2020
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