Imad Akabani y Manolo Rubín, narran todo el proceso que han vivido en su vida profesional, cómo fueron sus inicios, el emprender un despacho encontrando todas las satisfacciones o sinsabores que te da el quehacer arquitectónico, desde enfrentarse con el entendimiento personal y profesional mutuo, reconociendo las fortalezas propias y de tus socios o colaboradores, las diversas situaciones en obra o con proveedores, hasta la aproximación con el cliente y su forma de vivir.
Imad y Manolo reflexionan sobre el andar profesional, sabiendo que existen diversas formas de resolver un proyecto, métodos con un carácter propio que le dan a la obra valor agregado y único, pues "cuando haces lo que te gusta, se nota".