En un mundo sin criaturas infernales persiguiendo sus pasos, Beatrice LeRoy es una chica normal… o casi. Amnesia disociativa fue su diagnóstico. Sus recuerdos se han convertido en escasas imágenes fijas, carentes de sentimientos reales, teniendo que lidiar con ello durante dos años. Todo en su vida se ha vuelto ajeno, como una espectadora dentro de su propia piel. Tras regresar a Hunters Blessed por culpa de la bancarrota de su familia, conoce a León, quien con sólo una mirada parece descubrir en ella cada secreto que su mente se empeña en mantenerle oculto. Está confundida y perturbada por una serie de sucesos extraños y no sabe muy bien si acercarse a él y descubrir qué hay detrás de los muros que bloquean sus memorias o largarse corriendo, luego de que cada recuerdo le revele una dolorosa verdad. Un pacto ha sido hecho y los demonios andan sueltos.