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Juan Rulfo

Pedro Páramo

  • Licompartió una citahace 16 días
    Me enterraron en tu misma sepultura y cupe muy bien en el hueco de tus brazos. Aquí en este rincón donde me tienes ahora. Sólo se me ocurre que debería ser yo la que te tuviera abrazado a ti.
  • Licompartió una citahace 16 días
    e enterraron en tu misma sepultura y cupe muy bien en el hueco de tus brazos. Aquí en este rincón donde me tienes ahora. Sólo se me ocurre que debería ser yo la que te tuviera abrazado a ti.
  • Talia Garzacompartió una citahace 16 días
    —¿Está seguro de que ya es Comala?
    —Seguro, señor.
    —¿Y por qué se ve esto tan triste?
    —Son los tiempos, señor.
    Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Ahora yo vengo en su lugar. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas, porque me dio sus ojos para ver: “Hay allí, pasando el puerto de Los Colimotes, la vista muy hermosa de una llanura verde, algo amarilla por el maíz maduro.
  • ximenaromero25compartió una citahace 2 meses
    —¿Y qué crees que es la vida, Justina, sino un pecado? ¿No oyes? ¿No oyes cómo rechina la tierra?
  • ximenaromero25compartió una citahace 2 meses
    —Ella me avisó que usted vendría. Y hoy precisamente. Que llegaría hoy.
    —¿Quién? ¿Mi madre?
    —Sí. Ella.
    Yo no supe qué pensar. Ni ella me dejó en qué pensar
  • Yeimi Lizcano Estevezcompartió una citahace 3 meses
    Entonces ¿qué esperas para morirte?
    —La muerte,
  • Yeimi Lizcano Estevezcompartió una citahace 3 meses
    ¡Señor, tú no existes! Te pedí tu protección para él. Que me lo cuidaras. Eso te pedí. Pero tú te ocupas nada más de las almas. Y lo que yo quiero de él es su cuerpo. Desnudo y caliente de amor; hirviendo de deseos; estrujando el temblor de mis senos y de mis brazos. Mi cuerpo transparente suspendido del suyo. Mi cuerpo liviano sostenido y suelto a sus fuerzas. ¿Qué haré ahora con mis labios sin su boca para llenarlos? ¿Qué haré de mis adoloridos labios?”
  • Yeimi Lizcano Estevezcompartió una citahace 3 meses
    Él creía conocerla. Y aun cuando no hubiera sido así, ¿acaso no era suficiente saber que era la criatura más querida por él sobre la tierra? Y que además, y esto era lo más importante, le serviría para irse de la vida alumbrándose con aquella imagen que borraría todos los demás recuerdos
  • Yeimi Lizcano Estevezcompartió una citahace 3 meses
    Sentí que se abría el Cielo. Tuve ánimos de correr hacia ti. De rodearte de alegría. De llorar. Y lloré, Susana, cuando supe que al fin regresarías.»
  • Yeimi Lizcano Estevezcompartió una citahace 3 meses
    «Esperé treinta años a que regresaras, Susana. Esperé a tenerlo todo. No solamente algo, sino todo lo que se pudiera conseguir de modo que no nos quedara ningún deseo, sólo el tuyo, el deseo de ti
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