Quieres volver a follar? —le susurra ahora al oído.
—Mañana —murmura, sin embargo separa las piernas para que a él le quepa la mano—. Qué gusto. Sigue haciendo eso.
Suspira y se da la vuelta para que él pueda colocarse a su espalda. Él le aprieta el miembro duro contra el culo mientras le masajea el clítoris con los dedos hasta que se da cuenta de que respira más profundamente porque se ha dormido