Alejandra Arévalocompartió una citahace 6 años
No le cuento que la razón por la que no puedo fruncir el ceño delante de otra persona es porque me preocupa demasiado lo que los otros piensen de mí y esa preocupación excesiva probablemente me haya condicionado a tener solo una expresión feliz. Es una sonrisa pauloviana.
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