Sombra introdujo la ficha. El borracho del cementerio se llevó la botella a los labios. Una de las lápidas se abrió y dejó al descubierto un cadáver; otra lápida se dio la vuelta, y una calavera sonriente ocupó el lugar de las flores. Un espectro apareció a la derecha de la iglesia, mientras que por la izquierda, algo con un rostro inquietantemente pajaril, afilado, como una pálida pesadilla