Yo no tengo filosofía: tengo sentidos.
Si hablo de la Naturaleza no es porque sepa lo que es,
sino porque la amo, y la amo por eso,
porque quien ama nunca sabe lo que ama
ni sabe por qué ama, ni qué es amar.
Amar es la eterna inocencia,
y la única inocencia es no pensar.