-Principio de la ley « siembra y cosecha ». Cuando nuestros hijos toman malas decisiones, a veces lo mejor que podemos hacer los padres es quedarnos atrás y dejar que experimenten las consecuencias.
El aprender que «se cosecha aquello que se siembra» les ayudará a reflexionar cada vez que quieran tomar una mala decisión.
A menos que nuestros hijos vivan las consecuencias de sus decisiones, nunca serán capaces de tomar decisiones correctas y razonables por sí mismos