Alioth no pudo evitar pensar en lo mucho que la deseaba cuando sacaba a relucir toda su inteligencia y, ahora, su faceta de madre protectora. ¿Algún día dejaría de sorprenderse? La conocía desde siempre y sospechaba que todos los días de su vida encontraría algo nuevo en ella que lo enamoraría todavía más.