Diana Ramoscompartió una citahace 5 años
Me arranqué las vendas y la sangre dejó su huella en la alfombra. También sangro interiormente. Recuerdo la tibieza de sus manos. Esas manos que quizás ahora mismo acarician otro rostro. Por primera vez en mucho tiempo no salí a sentarme en la escalera, temía que llegara en cualquier momento. Temía que dispersara mi dolor con su sola presencia.
  • Únete o inicia sesión para comentar
    fb2epub
    Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)