Tiene que pasar una prueba oral para demostrar que sirve como maestra. En una sala la reciben dos hombres y una mujer sentados detrás de una mesa. Cuando han anotado su nombre, su edad y sus estudios, la examinan:
–¿Sabes el credo islámico?
–No hay otro dios que Alá, y Mahoma es su profeta –recita la joven maquinalmente.