miedo psicológico», que puede transformarse en distintas reacciones (estrés, preocupación, tensión, ansiedad, agitación, nervios, obsesión, inquietud, fobia y miedos diversos). Su característica es que no responde a ningún peligro real, ni objetivo inmediato, sino a elucubraciones, cálculos o previsiones mentales del sujeto. Solo se corresponde a algo que podría pasar, a algo que ocurrió y podría volver a ocurrir y no a algo que está sucediendo en el «aquí y ahora», aunque nuestro cuerpo lo somatiza como algo presente mientras la mente está en el futuro anticipando realidades posibles