michicompartió una citahace 5 años
¡No decaiga ahora, querido! ¡No se desanime! Mire siempre de frente al objetivo, y lo conseguirá. ¡No puede darse el lujo ahora de caer en la impotencia! ¡Sólo más tarde, una vez digerido, podrá ponerse melancólico!

–Tiene razón –dijo Lilienfeld mucho más sereno–. ¡Si quiere, podemos volver!

«Qué poder tan grande el de las palabras vacías», se dijo Silbermann, quien en absoluto se sentía del modo en que le había hablado a su compañero.
  • no disponible
  • Únete o inicia sesión para comentar
    fb2epub
    Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)