Cristina Liceagacompartió una citahace 5 años
Que no te dé frío, ni calor. Evita correr, pero tampoco estés sentada. Deja que te salga del cuerpo la impureza. Porque si queda adentro te puede fluir por la nariz o las encías. Lo peor es que se te vaya al cerebro: te vuelves loca.

—¿Me voy a desangrar?

—Falso. Todo esto sucede para que puedas tener hijos.

—¿En este momento? ¡Dios mío!

—Para eso viniste al mundo, si no ¿para qué? ¡Mírame!—confesó afligida— Sin chiquillos, soy como un árbol seco, me desprecio.
  • no disponible
  • Únete o inicia sesión para comentar
    fb2epub
    Arrastra y suelta tus archivos (no más de 5 por vez)