En toda situación de crisis ya sea guerra, pobreza, desastre natural, los niños son las principales víctimas. Los más débiles físicamente, son invariablemente los primeros en sucumbir de enfermedad o hambre. Emocionalmente inestables, no están capacitados para comprender por qué están forzados a abandonar sus casas, por qué sus vecinos se han convertido en sus enemigos, por qué están hundidos en un lugar rodeado de dolor o en un refugio. Sin responsabilidad por sus destinos, son por definición inocentes.