Mily Sietecompartió una citahace 4 años
justo detrás de la frente, incluido lo que se llama la corteza prefrontal media. A diferencia de nuestro cerebro inferior, más básico, el superior está más evolucionado y puede ofrecernos una perspectiva más amplia del mundo. Podemos concebirlo como un estudio o una biblioteca en la planta superior, llenos de luz, con muchas ventanas y claraboyas que nos permiten ver las cosas con mayor claridad. Aquí es donde tienen lugar los procesos mentales más intrincados, como el pen­sa­miento, la imaginación y la planificación. Mientras que el cerebro inferior es más primitivo, el superior es muy complejo: controla parte del pensamiento analítico y de orden superior más importante. Debido a su sofisticación y complejidad, es responsable de muchas de las aptitudes que esperamos ver en nuestros hijos:

· Tomar decisiones y planificar con sensatez

· Controlar las emociones y el cuerpo

· Entenderse a sí mismo

· Sentir empatía

· Tener sentido de la ética

Un niño cuyo cerebro superior funciona como es debido presentará algunas de las aptitudes más importantes de una persona madura y sana. Con ello no queremos decir que sea sobrehumano o que nunca manifieste una conducta infantil. Pero cuando el cerebro superior funciona bien, el niño puede regular sus emociones, plantearse las consecuencias, pensar antes de actuar y tener en cuenta los sentimientos de los demás, todo lo cual lo ayudará a progresar en los distintos ámbitos de la vida, además de ayudar a su familia a sobrevivir a las dificultades cotidianas.

Como cabría esperar, el cerebro de una persona funciona mejor cuando la parte inferior y la parte superior están integradas. Así pues, el objetivo de los padres debería ser ayudar a construir y reforzar la escalera metafórica que comunica el cerebro superior e inferior de un niño para que ambos trabajen en equipo. Una vez colocada una escalera que cumpla bien su función, las partes superior e inferior del cerebro estará integradas verticalmente. Eso significa que la superior puede supervisar las acciones de la inferior y contribuir a aplacar las reacciones extremas, los impulsos y las emociones originadas allí. Pero la integración vertical también actúa en dirección contraria, pues el cerebro inferior y el cuerpo (los cimientos de la casa) realizan importantes contribuciones de «abajo arriba». A
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