¿Nos está diciendo que es posible hacer esto, que una escuela del crimen así puede apoderarse de la mente humana?
—Sí, estoy diciendo esto, en efecto —respondió Fort, que por otra parte no había visto nunca nada igual. Comparaba el caso con los gobiernos que, mediante la vaga influencia del patriotismo, preparan a sus soldados para que maten en nombre de su país.