Para el acné, se prepara una decocción con 50 g de flores de manzanilla en 1 litro de agua; se lleva a ebullición, se aparta del fuego y se deja macerar durante unos 20 minutos. Con el líquido frío, se hacen lavaduras y compresas sobre las partes afectadas, repitiéndolas durante varios días en intervalos constantes.