En esa vida irrumpimos nosotros con pañales y toallitas húmedas, con John, que gatea por todas partes, Heidi y Vanja, que se pelean y gritan, ríen y lloran, nunca comen en la mesa, nunca hacen lo que les decimos que hagan, al menos no cuando estamos con más gente y es cuando más deseamos que se porten bien, porque lo notan, claro, cuanto más nos importa, más indómitos se vuelven