MATEO20.33–34
Padre, eres el Sanador y el Hacedor de milagros. Puedes devolverle la vista al ciego y la voz al mudo.
¿Podrías sanar mi cuerpo? Me siento adolorido y necesito la sanidad que solo tú puedes dar. Permíteme tener una actitud optimista a pesar de mis debilidades.
Para mi familia, te ruego una sanidad de cuerpo y mente milagrosa. Fortalece su fe y aliéntalos.
Te doy gracias porque siempre escuchas mi clamor por tu ayuda.
Elevo esta oración en el nombre del gran Sanador, amén.