¿Tan difícil es registrarse como maestra cuando el país las necesita a montones? En muchos lugares hay locales y libros, pero nadie para dar las clases. Esto lo había declarado el mismo ministro. Cuando Leila llega por fin a la oficina donde se celebran los exámenes para el nuevo profesorado, sus documentos están completamente arrugados de las muchas manos por las que han pasado.