Es miércoles por la mañana y padezco un fuerte efecto residual del pensamiento que tuve el martes en la ruta: me pregunto si no resultará perturbador para Rodolfo tener a una periodista siguiéndole los pasos. Si, en esa atmósfera controlada con que se rodea a cada aspirante antes de la competencia, no seré el equivalente a una bacteria enorme y tóxica. Una presión