En la segunda parte de “La guía del autoestopista intergaláctico” Douglas Adams narra las aventuras desquiciadas de Arthur Dent, Ford Prefect, Trillian, Zaphod Beeblebrox y Marvin y su sucesión de saltos por el tiempo y el espacio. Esta es una obra cargada de humor negro y elementos de ciencia ficción que demuestra una vez más la genialidad del autor británico.