Noruega, año 1225.
Gunnar, un vikingo feroz, al que solo le mueve el odio y el deseo de venganza desde hace años, secuestra a Rosslyn separándola de las personas que la han criado, unas monjas de un convento situado en una isla remota de Escocia. La lleva a su granja en Noruega, convirtiéndola en su esclava, aunque a cada momento se le hace más difícil mantener su deseo de venganza.