Julio Mazarino (1602–1661) nació, según distintas fuentes, en Roma o en los Abruzos, de una familia siciliana. En su juventud, acompañó al cardenal Colonna a Madrid, y participó como capitán en las tropas pontificias en el conflicto de la Valtelina. Fue nombrado cardenal por intermediación de Richelieu. A la muerte de Luis VIII, Mazarino se convirtió en regente de Francia. Las controversias sobre sus decisiones políticas, la debilidad del gobierno, un aumento indiscriminado de los impuestos y las críticas motivadas por su condición de italiano, propiciaron un ambiente hostil en su contra. Mazarino, sin embargo, contó siempre con el apoyo del joven Luís XIV y de Ana de Austria. Tras su muerte, legó al Papa su inmensa fortuna, y al pueblo de Francia la gran biblioteca que hoy lleva su nombre. Este Breviario de los políticos, atribuido al muy poderoso cardenal Mazarino —regente de Francia en la niñez de Luis XVI— es un descarnado y cínico manual de comportamiento para conseguir el poder y conservarlo. Y es también sátira de un mundo en el que las virtudes que tradicionalmente habían sido ensalzadas en los políticos parecen verse sustituidas por otras nuevas, en las que la consecución de los objetivos personales eclipsa cualquier consideración de orden moral.
