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Arthur Wallis

El ayuno escogido por Dios

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  • Eduardo Robledo Puoncompartió una citahace 5 años
    la Iglesia Primitiva y que se había perdido: el poder que es liberado a través de la práctica verdaderamente bíblica de ayunar para Dios.
  • Eduardo Robledo Puoncompartió una citahace 5 años
    Dios está resuelto a conseguir una Iglesia sin mancha y sin arruga, una esposa ataviada para su amado Hijo. Personalmente, tengo la convicción de que en los dolores de parto que llevarán al alumbramiento, descubriremos uno de los secretos de
  • Eduardo Robledo Puoncompartió una citahace 5 años
    El propósito de este libro es el de confrontarnos con el hecho de si estamos preparados para someter nuestra actitud presente respecto del ayuno (o nuestra falta de ayuno) a la prueba ácida de la Palabra de Dios, y luego a “no pensar más de lo que está escrito”. 1 Corintios 4:6
  • Ps Guerrerocompartió una citahace 5 años
    Por razones de conveniencia al primero y al más corriente lo llamaremos el ayuno natural. Lo que está involucrado en este tipo de ayuno puede notarse con toda claridad en la primera mención que el Nuevo Testamento hace del ayuno: Jesús ayunó . . . y después tuvo hambre. Esto significa que se abstuvo de toda clase de comida, ya fuera sólida o líquida, pero no de agua. A través de los detalles que tenemos resulta claro que el ayuno de nuestro Señor fue de esta clase.
    La Escritura nos dice que “no comió nada”, Lucas 4:2, pero no se refiere a que no bebiera. Y continúa el relato bíblico: “tuvo hambre”, pero no menciona que tuviera sed. Aunque los dolores provocados por la sed son más intensos que los producidos por la necesidad de comer, Satanás no lo tentó para que bebiera sino para que comiera. Todo ello nos sugiere que su ayuno fue de abstención de comida, pero no de líquidos. Es más, nuestro organismo no podría sobrevivir cuarenta días sin ingerir líquidos a no ser que fuera sustentado en forma sobrenatural.
    No hay nada que nos sugiera que el verdadero ayuno implique también el no dormir. Dios puede llamarnos a que no durmamos por un breve espacio de tiempo, tal como pasar una noche sin dormir. Pablo se refiere a “desvelos” como algo distinto de “ayunos”, 2 Corintios 6:5; 11:27. Si el no dormir fuera esencial para el ayuno, no sería posible llevar a cabo un ayuno prolongado a no mediar una intervención sobrenatural. El cuerpo reclama dormir antes que beber, y de no hacerlo, tarde o temprano sucumbiría y así, aunque involuntariamente, terminaría el ayuno.
    El ayuno natural, por lo tanto, involucra abstenerse de toda forma de comida pero no de agua y debe distinguirse de las otras dos clases de ayuno, el total y el parcial, los que consideraremos en los próximos capítulos.
    1 En griego nesteuo, de ne, un prefijo negativo y esthio, comer.
  • Ps Guerrerocompartió una citahace 5 años
    EL AYUNO TOTAL
    Estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
    Hechos 9:9
    En la Escritura contamos con unos pocos ejemplos de lo que hemos llamado ayuno total, es decir, del ayuno con abstención tanto de comida como de bebida. Por lo general este tipo de ayuno no duraba más de tres días, quizá porque de hacerlo por más tiempo podría resultar perjudicial para el organismo. Este puede pasar períodos más o menos largos sin recibir alimentos, y sacer ventaja de esto, pero en cambio no puede pasar mucho tiempo sin tomar agua.
  • Ps Guerrerocompartió una citahace 5 años
    En la época del Nuevo Testamento el ayuno era un canal de poder. A medida que la espiritualidad menguaba y la mundanalidad florecía en las iglesias el poder y los dones del Espíritu fueron desapareciendo.
    Con la pérdida del poder interior, los hombres tuvieron que aferrarse tan sólo a lo que les quedaba: la forma externa. Se dio más y más énfasis a actos externos tales como el ayuno, aunque carente del espíritu interior que solamente podría darle valor. El asceticismo llegó a ser una señal de piedad y espiritualidad. Las palabras de Pablo sobre la “apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella”, 2 Timoteo 3:5, se cumplían.
  • Ps Guerrerocompartió una citahace 5 años
    Dios está resuelto a conseguir una Iglesia sin mancha y sin arruga, una esposa ataviada para su amado Hijo. Personalmente, tengo la convicción de que en los dolores de parto que llevarán al alumbramiento, descubriremos uno de los secretos de la Iglesia Primitiva y que se había perdido: el poder que es liberado a través de la práctica verdaderamente bíblica de ayunar para Dios.
  • Ps Guerrerocompartió una citahace 5 años
    Ayunar— dicen los tales —no es simple ni necesariamente abstenerse de comer sino de cualquier otra cosa que impida nuestra comunión con Dios—. O bien señalan: —Ayunar significa pasarse sin algo, practicar la negación del yo—. Basta ampliar el significado lo suficiente para hacer que desaparezca su filo.
    Es cierto que además de la comida hay muchas cosas que pueden impedir nuestra comunión con Dios. También es verdad que necesitamos practicar el renunciamiento a nosotros mismos. El hecho es, empero, que “ayunar” en primer lugar significa no comer. 1 Notamos que en los tiempos bíblicos tenían lugar tres formas principales de ayuno, pero que cada una involucraba una abstinencia literal. Si en ocasiones la palabra puede ampliarse para incluir otras maneras de autonegación esto no altera su significado básico.
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