Los acontecimientos que pusieron fin al rectorado del doctor Ignacio Chávez en 1966 fueron producto de una lucha faccional por la Rectoría, la cual enfrenta a los partidarios de la universidad política con los partidarios de la universidad académica.
Dos factores políticos externos se distinguen en ellos. Uno es la participación decidida y decisiva del Partido Comunista en el derribamiento del rector, en alianza con los estudiantes y porros priístas de la (anticomunista) facción alemanista que durante años ha pugnado por la Rectoría. Entrambos realizan la toma a mano armada de la Torre.
Quien jefatura a esas porras es un dirigente estudiantil alemanista que a continuación se encarga de convertirlas en la Brigada Olimpia de 1968 y los halcones de junio de 1971. El segundo es la intervención del presidente de la República contra el rector y su proyecto: el movimiento es financiado y dirigido desde Los Pinos.
En busca de sus propios objetivos de instaurar la universidad-pueblo y la universidad-revolución, los activistas y contingentes del Partido Comunista (y los grupos ultramontanos que lo rebasan por la izquierda) se unen al escuadrón de asalto, encabezan el movimiento de 1966, redactan el pliego de peticiones con vistas a quebrantar el orden académico y jurídico de la Universidad y enseguida intentan extender el movimiento en el país.
