Libros
George Sand

La niña duende

El señor Barbeau, próspero agricultor y concejal del pueblo de La Coisse, decide ceder a uno de sus hijos, Landry, a un vecino para que trabaje en sus tierras. Sylvinet, su hermano gemelo, se siente menospreciado por no haber sido el elegido y un buen día, triste y airado, huye de casa. Al partir a buscarlo, Landry se encuentra con Fadette, apodada por los niños del pueblo el Cricrí porque dicen que es más fea que un grillo. La muchacha, con fama de bruja, se ofrece a ayudarle a encontrar al hermano perdido si le promete que obedecerá cualquier orden que le imponga después. Landry acepta, Sylvinet aparece, y la pequeña Fadette exige el cumplimiento del pacto. La atmósfera y el lenguaje del cuento de hadas son muy reconocibles en La niña duende (1849), la más famosa del ciclo de «novelas campestres» de George Sand, pero no impiden el desarrollo de la observación realista y del espíritu desmitificador: la bruja bien puede ser al final una científica, una psicóloga o una confesora. Por su parte, los dos hermanos Barbeau dan pie a un delicado y emocionante estudio del paso de la infancia a la edad adulta, una época de descubrimientos, celos, vergüenzas y melancolías. La novela busca reconciliar la pasión con la naturaleza, dirigida por «ese espíritu que observa, que compara, que se fija, que prueba».
205 páginas impresas
Publicación original
2021
Año de publicación
2021
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Opiniones

  • Dianela Villicaña Denacompartió su opiniónhace 6 meses
    👍Me gustó
    🔮Profundo
    💡He aprendido mucho

Citas

  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 6 meses
    Bueno, pues nuestra Fanchon es una hechicera demasiado grande –replicó la comadre Barbeau–, y tanto lo es que había hechizado a Sylvinet más de lo que habría querido. Cuando vio que el hechizo era tan fuerte, quiso contenerlo o amenguarlo; pero no pudo, y nuestro Sylvinet, al ver que pensaba demasiado en la mujer de su hermano, se fue, a fuer de muy honrado y virtuoso, cosa en que la Fanchon lo apoyó y le dio la razón.
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 6 meses
    –Esta Fadette ya había previsto que llegaría a ocurrir –siguió diciendo la comadre Barbeau–. ¡Ya lo creo que lo había anunciado!
    –Da igual –dijo el compadre Barbeau–. Nunca entenderé cómo se le ocurrió eso de repente y cómo le vino un cambio así de talante, a él que era tan tranquilo y tan amigo de sus comodidades.
  • Dianela Villicaña Denacompartió una citahace 6 meses
    Fanchon tenía un corazón demasiado grande para no querer devolver bien por mal a quienes la habían juzgado equivocadamente. Incluso más adelante, cuando Landry hubo comprado una buena hacienda que llevaba a pedir de boca con sus conocimientos y los de su mujer, esta mandó edificar en ella una bonita casa para acoger a todos los niños desvalidos de la comuna cuatro horas todos los días de la semana, y se ocupaba ella personalmente, con su hermano Jeanet, de instruirlos, de enseñarles la religión verdadera e incluso de asistir en su miseria a los más necesitados

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