Alterado por un médico que asegura haber encontrado un hueso humano en las colinas de Hollywood, Bosch descubre que el hueso pertenece al esqueleto de un niño de doce años que fue asesinado y enterrado en la zona tras haber sufrido numerosos maltratos físicos. El hecho, ocurrido tres décadas atrás, despierta no sólo la conmoción general sino un inusitado interés dentro del propio equipo de investigadores.