En Estados Unidos, Alan Turing coincidió, como él mismo escribe, con «muchos de los matemáticos más distinguidos: John von Neumann, [Hermann] Weyl, [Richard] Courant, [Godfrey Harold] Hardy, [Albert] Einstein, [Solomon] Lefschetz, así como muchos otros de menor pelaje».24 También se encontraba allí Alonzo Church, quien dirigió sus investigaciones y con el que mantuvo una relación cordial, aunque esta no terminó de consolidarse, en parte, por el problema congénito de Church, ciego de un ojo, que le causaba una gran aprensión a Turing.