En el comienzo de la Nueva Constitución, los antiguos padres vivieron sucesivamente en cuatro cuevas en el Cuatro que contienen tierra. La primera era de negrura fuliginosa, negra como una chimenea por la noche; El segundo, oscuro como la noche en la temporada de tormenta; El tercero, como un valle a la luz de las estrellas; El cuarto, con una luz como el amanecer. Entonces subieron en el brillo de la noche al Mundo del Conocer y Ver.
Así corre el mito Zuni, y tipifica bien el desarrollo mental, la percepción y la belleza del habla de las tribus indias a lo largo de la costa del Pacífico, de las de Alaska en el lejano Northland, con la mitad de la vida pasada en la oscuridad real y más Más de la mitad en la lucha por la existencia contra el frío y las tormentas desatadas por la curiosidad fatal desde la bolsa de osos de amargos vientos helados hasta las exquisitas imágenes de los Zunis y otras tribus desérticas en sus soleadas llanuras.