Orthan debe mantener la unidad de su gente y acatar las decisiones del Consejo Draconiano, a pesar de tener el corazón destrozado. Kronnan no soporta el peso de la prohibición impuesta por su especie, mientras Inheray recibe entrenamiento implacable por parte del Caudillo, aislada del mundo exterior. El regreso a Annorthean es inminente, gracias a las acciones de Orlon, y los Leales parten con gran añoranza del hogar.
Una guerra se avecina y aquellos que fueron exiliados regresarán para reclamar lo que les fue arrebatado cuando defendían lo que en verdad era justo. Al final, el destino juega sus propias cartas y nada de lo que sientan Kronnan, Inheray u Orthan impedirá que se cumplan sus designios.
El Trono de Ámbar es la odisea de unos seres apasionados y leales que luchan por conseguir aquello que sus corazones siempre anhelaron.
