Cada una de las obras de este título es una labor testimonial con la que se muestra cómo se han entremezclado las leyendas populares, el misticismo y la historia —ancestral y reciente— en el día a día del pueblo maya. Dicha labor se ha recopilado a través de las historias familiares y de las pláticas de la autora con gente de la región. De tal forma que, con un humor cifrado en la cotidianidad de sus personajes, rinde testimonio de la vida y la dignidad del pueblo maya contemporáneo. No obstante, uno de los aspectos más importantes del trabajo de Conchi León —tanto como dramaturga, como directora— es interactuar con los actores para integrar sus vivencias e historias en la trama de la obra; circunstancia que en efecto sucedió en las obras recopiladas para este libro.