Fantasía

La plataforma que soporta los ocho cañones es giratoria. El peligro de esta máquina de guerra es que cualquier chispa puede provocar que los ocho cañones disparen simultáneamente.

Machina tormentaria, proyectada hacia 1350.

embargo, hay algunos otros casos en que encontramos una variación dimensional de los elementos multiplicados; véanse, por ejemplo, las famosas muñecas rusas

Esta multiplicación de los elementos o las partes de un conjunto no modifica las funciones conocidas de los elementos multiplicados: hay más ojos, pero siempre para mirar; hay más manos, pero siempre para agarrar o tocar.

autorretrato con seis brazos: “A mí me gustaría tener otros dos pares de brazos, así podré usar las cosas más deprisa y tocarlas mejor. Me gustaría tener dos delante y dos a un lado. Y cinco dedos más en cada mano”.

Cómo mejorar el cuerpo humano”.

aspecto elemental de la fantasía lo podemos ver cuando se multiplican las partes de un conjunto sin que medien nuevas alteraciones. El dragón de las siete cabezas es tal vez el ejemplo más conocido.

Más cercano a nosotros, Marcel Duchamp ideó y presentó un urinario como fuente. Este objeto, que siempre ha sido receptor de líquidos, los devuelve ahora al convertirse en fuente.

equilibrio de los opuestos, se puede entender más fácilmente que un árabe que vive junto al desierto (en ese inmenso espacio uniforme donde su mirada no encuentra ningún punto en el que posarse) sienta la necesidad de inventar luga

lugares muy decorados (plagados de imágenes) por los que su mirada pueda vagar durante mucho tiempo: flores, formas, estructuras geométricas muy elaboradas con colores muy variados, que llenen todo el espacio: el suelo, las paredes, el techo.