Hace bastante tiempo un conocido escritor me dijo que era mucho más fácil dibujar historias complejas que describir simples emociones cotidianas, como la sensación de estar enamorado o el vacío que sentimos ante la pérdida de un ser querido. El siguiente relato no es una simple historia sobre emociones. Es mucho más que eso. Es un viaje en primera persona por los sentimientos de un hombre enamorado. Un viaje en el que el destino y el poder de los sueños le harán plantearse si las experiencias vividas son las que marcan nuestros sueños o si es el futuro lo que escribimos mientras dormimos. Probablemente muchos de los lectores se sentirán representados por el protagonista de esta historia. Especialmente aquellos que alguna vez hayan amado con el corazón y los que hayan sentido la angustia y el vacío tras perder a esa persona. Para el resto, espero que al menos, disfrutéis con esta lectura tanto como yo disfruté mientras la escribía. Dulces Sueños…
