Aquellos que dejamos de ser

Reagan, durante su pelea contra la inflación, disminuirá el poder de la clase trabajadora, desregulará la industria, la agricultura y la extracción de recursos.

En estos años se desdibuja la imagen tradicional de libertad, dando lugar a nuevos valores y formas de expresión más íntimas que se concentran en las necesidades singulares del individuo, subordinando lo social a las necesidades y derechos individuales. Este fenómeno será llamado “posmodernismo

Los regímenes comunistas en Europa no tardarán en colapsar, lo que permitirá que los intereses financieros domeñen el campo de la política y comience un periodo neoliberal

“del localismo extremo” y el “apantallamiento colonizado”. Se esté o no de acuerdo con la interpretación de Monsiváis, se debe de reconocer que la idea de nacionalismo o de identidad nacional de los ochenta, sí conserva ciertos rasgos del anquilosado nacionalismo revolucionario mezclado con las imágenes e ideas del mundo y de la cultura internacional

ecenio de 1980. Se perciben los efectos de las primeras crisis económicas de los años setenta, cambia la geopolítica petrolera, los movimientos sociales radicales se extinguen lentamente, algunas demandas individuales son institucionalizadas y cierto materialismo conquista la mente de los jóvenes y los estudiantes universitarios. D

surge en Francia la llamada nouvelle philosophie

La sociedad en general ya no está interesada en el Estado benefactor, sino en detener las crisis inflacionarias que merman su nivel de vida y sus posibilidades de consumo. Es ésta una de las razones por la que muchos de los ciudadanos en países desarrollados eligieron a los candidatos conservadores que les prometían resultados económicos.

Aunque la noción de identidad nacional es ahora mucho más abierta al mundo, influenciada por la cultura de masas, se percibe todavía cierto tufillo de nacionalismo revolucionario que se niega a desaparecer.

La labor de pregonar las bondades del neoliberalismo desde los setenta ha estado en manos del Premio Nobel en Economía de 1976, Milton Friedman, quien para estos años ya había visitado y dado conferencias en Nuevo León, México. El Grupo Industrial de Monterrey, inspirado por las palabras de Milton Friedman, exigió la retracción del Estado, la disminución del gasto público y la venta de empresas paraestatales. Y a finales de 1979 se organizó en Guanajuato un evento de tres días que Proceso siguió atentamente.

En un artículo del 17 de noviembre de ese año, Proceso reporta que la iniciativa privada congregó a expertos nacionales e internacionales al evento “Atalaya 79” para discutir el capitalismo y la “felicidad pública” que según ellos lo acompañaba. Aunque las opiniones eran diversas, los presentes confluían en la necesidad de reducir el Estado, replegarse en el sector privado y personalizar los servicios con la finalidad de alcanzar la felicidad a través de una “conquista del hombre sobre sí mismo”. Basta ya de estados y de partidos.

El neoliberalismo nació, según Fernando Escalante, entre el 26 y el 30 de agosto de 1938, en París, durante el “Coloquio Lippman” (2015: 15). Pero es hasta finales del decenio de 1980 que el proyecto neoliberal tiene las condiciones necesarias para convertirse en la doctrina económica más legitimada.