Consuelo Ruiz Vélez-Frías

Parir sin miedo

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El dolor ha sido creado e institucionalizado por la ignorancia, y se mantiene porque constituye un formidable instrumento de poder.
Los enemigos del parto son cuatro: la ignorancia, el miedo, el dolor y la impaciencia.
Nunca antes se consideró el parto como una enfermedad, por lo que
jamás se asistió en los hospitales, sino que había unos
establecimientos, las maternidades, donde se asistía a las embarazadas
que no disponían de un hogar adecuado o que ni siquiera tenían un hogar.
En las maternidades no se admitían enfermos, ni en los hospitales,
parturientas.
Antes se paría, se comía, se padecían y se curaban las enfermedades
en casa; a veces, incluso, se trabajaba en casa, en casa se divertía
cada familia a su gusto… Hasta la última y definitiva actividad
humana, morir, transcurría en el hogar, y en cualquier actividad la compañía de familiares y amigos estaba asegurada, para reír o llorar
juntos.
En la vida moderna, la casa es soo el lugar donde se duerme, se lava y  se viste uno, donde todos están de paso y donde, a veces, la reducida
familia son verdaderos desconocidos, y los acontecimientos más
importantes, el alfa y el omega de la vida, nacer y morir, se ejecutan
fuera del hogar y de la familia, entre aglomeraciones de desconocidos.
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251 páginas impresas
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Citas

  • maricarmen tellolicompartió una citahace 3 años
    Acaso lo que decía era: «Parirás (en) el dolor», refiriéndose al Mundo posterior, al Edén en el que la Humanidad iba a vivir y no sólo al dolor físico, y el traductor confundió, sin querer, las preposiciones.
  • maricarmen tellolicompartió una citahace 3 años
    Aunque siguiera pensando que era una suerte que nacieran seres humanos nuevos e inocentes, que debíamos felicitarnos por el o con la idea, la ilusión y la esperanza de que arreglaran el mundo, de que en el futuro, la Humanidad fuera mejor, y se lo dijera así, me daban ganas de l orar a mí también.
  • maricarmen tellolicompartió una citahace 3 años
    Pero sus hijos seguían naciendo tan vitales, tan bonitos, tan puros como todos los recién nacidos, con los mismos ojos
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