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Gueorgui Gospodínov

Novela natural

  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    1:1 En el principio [fue] el aire. Dijo [Dios]: «Exista movimiento». Y el movimiento existió.
    1:2 Luego [Dios] creó las alas. Pero las alas no llevaban nada, sino que ellas mismas se dejaban llevar en el vacío. Y dijo [Dios]: «Exista el cuerpo de estas alas». Y así [fue]. Pero el cuerpo no veía nada. Y dijo [Dios]: «Existan los ojos de este cuerpo». Y así [fue].
    1:3 Todo lo demás fue dado por el ojo y no había nada que no fuese creado por el ojo. Y deseó el ojo luz y existió la luz. Deseó el firmamento y la tierra y vio firmamento y tierra. Y deseó después seres vivientes, hombres y heces, y vio seres vivientes, hombres y heces. Y dijo [el ojo]: «Esto es bueno», y echó a volar hacia ellos.
    1:4 Así [Dios] creó a las moscas a su imagen y semejanza. Y al crearlas, las bendijo así: «Sed fecundas y multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad a los peces del mar, a las aves del cielo y a todos los animales que se mueven sobre la tierra».
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Anancasmo (del griego ananke, obsesión): dícese del estado en el que el afectado no puede librarse de ciertas experiencias a pesar de ser ­consciente de su anomalía y falta de sentido.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    y que tienden a apartar el miedo mediante algún ­género de ­«contramagia».
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    «La esposa de mi infancia». Por la mañana quise recordar a todas las esposas que había tenido en la infancia. Empezando por mi madre, naturalmente.
    Al menos una docena de esposas y ni un solo divorcio.
    Nada de dolor.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Los padres se interesan por minucias como: cuándo echaste a andar. Nadie pregunta, por ejemplo, cuándo echaste a pensar. Los primeros pensamientos, paso a paso, quién pudiera hacerlos visibles.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Solo en la infancia podemos llegar a la revelación. Solo durante esos siete años en los que se nos deja a nuestro libre albedrío. Siete años fuera de la sociedad. Siete años sin estado. Siete años anárquicos. Cada día, totalmente tuyo. Cada día, sujeto a una única ocupación: andar a la caza del mundo para jugar. ¡Ahí va, las hormigas! ¡Menuda cereza! Esa mosca… ¿y si la capturo?… ¿Y si le arranco una de las alitas?… Mira cómo se pone a girar en la mesa. ¿Y si le arranco las dos?…
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Me di cuenta de que es justo en los libros —y no en todos los libros, tan solo en las novelas; y no en todas las novelas, tan solo en algunas pocas novelas escogidas (las tengo, pero jamás diré sus títulos)— donde se esconden las palabras madre, listas para emprender el vuelo, enjambrarse y hacer que prolifere aquello que no puedo nombrar.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Se avecina una terrible epidemia, un nuevo y aterrador sida. Palabras de muertos. Palabras que cortan las relaciones humanas del mismo modo que se le corta la leche a una parturienta enferma.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    En cada palabra escrita yace un muerto.
  • Ana Romerocompartió una citaanteayer
    Se sabe cuánto pesa un granito de polen, que es como una motita de polvo, pero nadie se lo ha currado con una palabra. Me pregunto si adquiere el peso de la voz que la pronuncia, o de la tinta que la escribe. No he sido capaz de hallar una historia natural de las palabras. En ninguna parte.
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