Julio no predijo que la niña a la cual llamaba prima, le fuera a traer tantos problemas. Anny empezó a mirarlo de distinta manera. Llenando de imágenes su mente, en las que ellos eran los protagonistas. Su boca empezó a parecerle apetecible, la manera con la que caminaba, la forma de la que sonreía. Inalcanzable, prohibida, familia… Demasiados impedimentos, demasiada tentación como para poder resistirse a ella. Poner tierra de por medio, no sirvió de nada. Por cosas del destino, vuelven a encontrarse años después; dándose cuenta que el amor que sintió por ella sigue más vivo que nunca.