muchos de entre nosotros les será muy duro renunciar a la creencia de que en el hombre mora un impulso de perfeccionamiento, que es el que le ha llevado al actual nivel de rendimiento espiritual y de sublimación ética, y del que puede esperarse que ha de realizar la evolución hacia el superhombre.
Pero yo no creo en tal impulso interior, y no veo manera de conservar esa benéfica ilusión. La evolución que hasta ahora ha seguido el hombre, no me parece susceptible de otra explicación que la que damos a la evolución de los animales; y esa indómita propensión a mayor perfeccionamiento, que se observa en una minoría de individuos, puede, sin esfuerzo, comprenderse como una consecuencia de la represión de los instintos -represión que constituye la base en que se asienta lo más valio-so de la cultura humana... Los procesos. que se verifican en la incubación de una fobia neurótica -que no es más que el intento de escapar a una satisfacción del instinto-, nos explican cómo se forma ese aparente impulso de perfeccionamiento".
Freud