LA CONCIENCIA ÍNTIMA ESTÁ PRESENTE
EN TODO TIPO DE CONCIENCIA
Independientemente del tipo de conciencia que analicemos, la luz clara de la conciencia íntima está presente en ella. El hielo, aunque sea sólido y muy duro, no va más allá de la naturaleza del agua. Asimismo, por burda, implacable o grosera que sea una noción, el lugar del que procede y el lugar en el que desaparece cuando ya no pensamos en ella no va más allá de la conciencia íntima.
La conciencia conceptual aparece desde el interior de la esfera de la conciencia íntima y acaba disolviéndose dentro de la esfera de la conciencia íntima. Puesto que esto es así, como dice Dodrubchen Jigme Tenpe Nyima, el sabio yogui de principios del siglo XX de la Escuela de las Antiguas Traducciones (en tibetano Nyingma), así como el aceite domina la integridad de las semillas de sésamo, la luz clara domina toda la conciencia; además, llega a la conclusión de que, por consiguiente, incluso en el momento de la manifestación de los niveles más groseros de la mente —tanto durante el pensamiento como durante el funcionamiento de las conciencias sensoriales asociadas con el ojo, el oído, la nariz, la lengua y el cuerpo— se puede identificar, a través de la fuerza de las poderosas bendiciones y las instrucciones fundamentales de un lama (un gurú), un rasgo sutil de luz clara que está presente en cada una de estas conciencias.