Jenny es una mujer madura, con muchas curvas, pelo castaño, ojos azules, 43 años, ciento cincuenta y ocho asquerosos centímetros de altura, mala uva y lo peor, su boca, habla, habla mucho, habla tanto que no sabes si ahogarla o amordazarla, y suelta más tacos que un camionero, pero en el fondo de su corazón hay una persona dulce y maravillosa, pero para llegar a él antes tienes que pasar por esa boca y no es fácil la tarea. Mick tiene 45 años y es un bombón, piel café con leche, perillita, cabeza prácticamente rapada, ojos color café, mirada penetrante, 1´86 de estatura, espaldas de nadador, un culo de infarto, es un hombre duro, serio, y adora el silencio, la paz, y en el fondo es un osete al que te gustaría abrazar por siempre. Esta historia no estaría completa, sin un ex cabreado y pseudomafioso, un montón de malentendidos, unas ganas incesantes de estrangulamiento, unos pasados dolorosos, un anhelo punzante, trillones de palabras y un adiós definitivo al silencio, pasión, ternura, deseo y un poquito de humor. ¿Quién vencerá en este duelo entre el silencio y el parloteo? ¿Podrá Mick soportar la cháchara incesante? ¿Podrá Jenny cerrar la puñetera boca cinco minutos? ¿Verá Mick algo más que un loro parlanchín al mirar a Jenny? ¿Chi lo sa?
