Nigún señor de Fuerte había sido nunca cabalgador de dragones. Pero Jaxom, el joven señor de Ruatha, encontró un huevo más pequeño de lo normal, casi abandonado y lo llevó a la sala de Eclosión del Weyr de Benden. Actuó movido por sus sentimientos, sin pararse a pensar en que había socorrido a alguien de Pern. Solamente existió un dragon blanco en el mundo… y cambiaria el curso de la historia. Porque aquel dragón poseyó habilidades únicas que ningún dragón poseería jamás. Y profundizando en ellas, Jaxom se propuso intentar la resolución de los antiguos misterios de Pern… Tercera parte de la serie Los jinetes de dragones de Pern.