Libros
Najwan Darwish

Exhausto en la cruz

El palestino Nawjan Darwish firma un poemario de profunda sensibilidad poética, poder, ingenio y autocuestionamiento existencial

La poesía de Nawjan Darwish es ajena a todo patetismo y autocompasión, y está, por el contrario, provista de ironía, humor y una conmovedora familiaridad con todo lo que nombra. El poeta explora una eternidad permanentemente despedazada, como si hubiese un dios subyacente, no nombrado, que se complaciera en hilvanarnos sufrimientos y desgracias.

Raúl Zurita firma el prólogo de este poemario compuesto por siete partes, todas ella atravesadas por personajes exhaustos en infinidad de cruces. Expulsados de su tierra ancestral, permanentemente sitiados y perseguidos, hacen ver al lector que, en esta tierra de víctimas y victimarios, de desplazados y desaparecidos, todos los demás somos sobrevivientes.
239 páginas impresas
Propietario de los derechos de autor
Bookwire
Publicación original
2023
Año de publicación
2023
Traductor
Frances Siman
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Citas

  • Josué Osbournecompartió una citahace 5 meses
    Un esbelto amanecer
    El amanecer yace tras las pesadas cortinas

    de un tiempo agotador.

    El amanecer siempre

    yace detrás.

    En las curvas,

    los abismos,

    las brechas,

    el amanecer acecha

    tan afilado como una espada.

    El amanecer desenvainado de Dios

    tiene por vaina la oscuridad
  • Josué Osbournecompartió una citahace 5 meses
    A veces me despierto
    A veces me despierto del sueño

    para darme cuenta de que mil años han pasado.

    Y todo a lo que estaba atado

    parece antiguo, cubierto

    por capas de olvido.

    Pero la verdad es que este oso que duerme en la nieve

    todavía me llama por mi nombre,

    el que yo tenía hace mil años.

    ¿Qué tal si, al menos una vez, me atreviera

    a no responder?

    O qué tal si, al menos una vez, le dijera:

    Mil años han pasado

    y tú ni siquiera lo sabes
  • Josué Osbournecompartió una citahace 5 meses
    Lamentar una montaña
    Un hombre cuya sustancia es la temporalidad

    no puede lamentar una montaña,

    pero me arriesgaré

    y escribiré una elegía para ti.

    Arriesgaré mi temporalidad,

    arriesgaré el hecho de que resistirás

    mientras mis palabras se desmoronan y decaen.

    No tengo trucos bajo la manga,

    esta locura es común entre mi gente.

    Nos llevaron con un soplo al exilio,

    pero todavía pensamos que somos montañas:

    montañas inmóviles por el viento

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