En la campiña inglesa de mediados del siglo XIX, Charlotte, Emily y Anne, con un padre anciano y un hermano adicto a la bebida, se encuentran solas frente a la suerte económica de la familia Brontë. Y lo hacen a su manera: superando las dificultades y los primeros fracasos con orgullo y valentía, y transformando su talento creativo y su pasión por la escritura en una fuente primaria de sustento, para finalmente poder vivir una vida intensa, en plena libertad.
“Cuando un hombre escribe algo es juzgado por lo que escribe. Cuando una mujer lo hace, es juzgada por lo que es”.