A lo largo de estos ocho relatos está la mujer como columna vertebral de las tramas. Mujeres que aman arriesgándose, que son indiferentes a lo que generan, que van y toman lo deseado, que se multiplican en otras miradas, que vuelven como si el tiempo no hubiera pasado, que llegan sin avisar, crean la felicidad y se van, que interrogan con profundidad, que caminan al borde de la muerte, luchan batallas silenciosas y regresan a la vida para sonreír como viento de verano.