Libros
Bernardo Esquinca

Los niños de paja

  • maleñocompartió una citahace 3 años
    Pues qué pen‍­de‍­jo, pero mejor para no‍­so‍­tros: los ge‍­mi‍­dos aje‍­nos cau‍­san el más in‍­có‍­mo‍­do de los in‍­som‍­nios.
  • angela2597compartió una citael año pasado
    en el rostro tenía una mueca congelada, a medio cami
  • angela2597compartió una citael año pasado
    por mirar y toca
  • asasanacompartió una citael año pasado
    ¿Las cosas ocurrían por casualidad o porque había una suerte determinada?
  • asasanacompartió una citael año pasado
    La señora Ballard proyecta su cuerpo en el aire, enfundada en un traje de baño rojo de una s
  • asasanacompartió una citael año pasado
    Faltan unos segundos para las nueve de la noche. No he comido nada en todo el día: no
  • asasanacompartió una citael año pasado
    La policía los señ
  • Beckcompartió una citael año pasado
    Halloween no tiene nada de divertido. Es una fiesta sarcástica que refleja más bien una infernal exigencia de desquite de los niños respecto al mundo adulto
  • maleñocompartió una citahace 3 años
    –Si eres escritor y también puedes contar nuestra historia, entonces cuéntanos un cuento –le habían dicho los niños, probándolo.

    –Pero que sea nuevo, si no, no vale.

    –Y no trates de engañarnos: nos sabemos todos los cuentos del mundo.
  • maleñocompartió una citahace 3 años
    Lo vio con cla‍­ri‍­dad. Cara Plana. El com‍­pa‍­ñe‍­ro que tenía un ros‍­tro ex‍­tra‍­ño, sin per‍­fil. Como si fuera el per‍­so‍­na‍­je de una ca‍­ri‍­ca‍­tu‍­ra al que le hu‍­bie‍­ran ce‍­rra‍­do una puer‍­ta en la cara. Todas las ma‍­ña‍­nas, antes de que lle‍­ga‍­ra el maes‍­tro y co‍­men‍­za‍­ra la clase, el salón en‍­te‍­ro gol‍­pea‍­ba las ban‍­cas y gri‍­ta‍­ba a coro: ¡Cara Plana! ¡Cara Plana! ¡Cara Plana! Una po– rra si‍­nies‍­tra. Había, sin em‍­bar‍­go, un gozo en ese rito, algo que los co‍­nec‍­ta‍­ba a todos con su lado pri‍­mi‍­ti‍­vo. Se de‍­ja‍­ban lle‍­var en esa le‍­ta‍­nía que podía durar lar‍­gos mi‍­nu‍­tos. Lo hi‍­cie‍­ron mu‍­chos días, hasta que el alumno dejó de ir a la es‍­cue‍­la. No podía re‍­cor‍­dar su nom‍­bre. En su me‍­mo‍­ria siem‍­pre sería Cara Plana.
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