Hoy hay una verdadera necesidad de volver al Evangelio de la Biblia. El Evangelio de la Biblia es un mensaje que da esperanza al hombre — imparte vida al que está muerto en sus delitos y pecados (Efesios 2:1). El Evangelio da vida eterna al creyente (Juan 3:16) — proporciona agua que brota para vida eterna del alma sedienta. Dios quiere que el creyente en Jesucristo tenga la seguridad de su salvación. Eso fue claramente declarado por el Apóstol Juan en varios lugares.
Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre (Juan 20:30–31)…. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios (I Juan 5:13).Una parte integral del Evangelio es la Seguridad del Creyente. Se ve implícitamente en muchas de las palabras que se utilizan en la presentación del Evangelio, tales como las palabras salvación, esperanza, redención, vida eterna, gracia, reconciliación, regeneración, justificación, perdón, fe, creer, confiar, esperar y arrepentimiento. La Seguridad del Creyente también se encuentra implícitamente en las advertencias que Dios dio también a los creyentes.
Tomo 2, Puesto para la Defensa del Evangelio, trata con las garantías implícitas de la Seguridad del Creyente. Sin la doctrina de la Seguridad del Creyente, el Evangelio ya no es un mensaje de la gracia de Dios, sino más bien un mensaje de las obras del hombre.
